Una crítica a la cuarentena para el CoVid-19 en República Dominicana

Hace años que abandoné este blog, estas tierras, sin dar una razón concreta. Lo hice por falta de tiempo, cuando inicié mi proceso de residencia médica en anestesiología, el cual me absorbió por completo. Sin embargo, me he visto en la obligación de volver, pero no para ser leído, sino para tener donde descargar todo lo que he guardado desde entonces y más últimamente, con respecto al CoVid-19. Sé que lo correcto sería hablar primero de qué es el CoVid y por qué el número 19, pero no es de lo que quiero hablar hoy. Esas cosas las dejaré para otro momento, como también pienso hablar de las teorías que tienen su propia pandemia en internet. Hoy deseo hacer una crítica a la cuarentena que se ha llevado a cabo en mi país, la República Dominicana.

La cuarentena es una medida de aislamiento social para prevenir la propagación de una enfermedad contagiosa. Por lo regular, se aísla o se pone en cuarentena a los sujetos enfermos, para que estos no puedan tener contacto con los sujetos sanos. De esta manera, las personas sanas pueden continuar sus vidas y labores de manera normal. Sin embargo, debido a que el CoVid-19 es un virus con un periodo ventana muy amplio (cantidad de días en los que porta le virus pero no se presentan síntomas) y a su alta contagiosidad, se debe poner en cuarentena a todo la población. De esta manera, en muchos países, se ha conseguido aislar no solo a los enfermos, sino también a los que aún no han desarrollado síntomas y los que nunca los desarrollarán (portadores), pero que si pueden transmitir la enfermedad a otras personas. La idea de esto es que, para cuando se vuelvan a reanudar la actividades, todos los individuos hayan dejado de ser contagiosos, independientemente de que haya presentado síntomas o no.

El objetivo de toda esa palabrería de arriba es analizar si las medidas tomadas por el gobierno dominicano tienen algún sentido. Spoiler: en lo absoluto. En primer lugar, las cuarentenas funcionaban por su concepto base: cuarenta días. Este tiempo, aun si se está basado en numerología y preceptos pocos científicos, resulta adecuado o, mejor dicho, resultó adecuado en la mayoría de las enfermedades contagiosas. Ene l caso del CoVid, este virus es contagioso durante una gran parte del período de ventana, que dura de 10 a 14 días, durante la siguientes dos semanas de manifestaciones clínicas y hasta por los 18 a 30 días de convalecencia después de resuelto el cuadro. Si sumamos, sería unos 42 a 58 días, aproximadamente. El gobierno dominicano inició las medidas de la cuarentena (ya de eso hablaré después) el día 17 de marzo de 2020 y estableció, en primera instancia, un periodo de 15 días. Esta medida era inútil, puesto que pasado esos quinto días, habría pacientes retornando a sus labores aún siendo portadores y los que presentaron síntomas estarían en los hospitales sin estar correctamente aislados. Luego se extendió por otros diez día y luego 17 días más, recientemente, por lo que, al menos, parcialmente de reivindicó, pero léase bien, PARCIALMENTE.

Digo parcialmente porque, en mi opinión, muy poco de lo hasta ahora hecho, puede decirse que ha servido de algo. De hecho, diría que algunas medidas son, incluso, contraproducentes. En lugar de un aislamiento total, el gobierno optó por un toque de queda a partir de las 5:00 pm. Sé que esto puede parecer una medida inteligente y «gradual», pero después de observar bien los resultados de ésta, se ve la falla claramente. Tenemos un población poco educada que ahora debe quedarse en casa todo el tiempo, salvo para obtener insumos y provisiones. Esta misma población, ahora no solo consume más comida, sino que también debe obtener tales provisiones entre las 8:00 am y las 4:00 pm. Este pánico colectivo más el poco tiempo disponible para las compras, hace que todas las personas acudan a estos sitios al mismo tiempo, se conglomere y, por supuesto, creen focos de contagio. Si alguien ha visto las noticia, habrá notado que lejos de distanciamiento social, lo que se ha conseguido es todo lo contrario. La gente está más amotinada que nunca. Las farmacias, los supermercados y los bancos están abarrotados con filas (yo los llamaría tumultos) que se extienden por cuadras enteras. Y es que se trata de un principio lógico, si una cantidad de personas tiene que suplirse en un menor tiempo, el flujo de clientes tendrá que aumentar.

 

Analicemos otro aspecto de esta medida: fue oportuna? La respuesta simple es no, a pesar de que reconozco lo difícil que es tomar decisiones en estos aspectos a nivel político. El CoVid-19 es la nueva cepa del coronavirus y se numeró con un 19 porque se detectó en 2019, específicamente, a mediados de octubre y principios de noviembre de ese año. La epidemia se reveló en los primeros días de enero con las medidas adoptadas por el gobierno chino. No llegó a Europa hasta mediados de febrero, mientras que para finales, hubo casos en los Estados Unidos. El primer caso sospechosos en la República Dominicana fue el primero de marzo, en un extranjero. Y si, hablo del paciente cero de este país, un turista italiano. Hubo meses para tomar medidas, para restringir el acceso desde otros países, para capacitar hospitales, para obtener insumos, para preparar el personal de salud y la población, pero no. Las medidas no iniciaron hasta 17 días después del primer caso. Todos los individuos que estuvieron en contacto con el paciente cero y demás portadores, tuvieron tiempo suficiente para iniciar síntomas. Pudo haberse cerrado el país con tiempo, pudo haberse realizado un aislamiento de 24 horas de inmediato, pudo haberse usado los policías para hacer llegar las provisiones o extenderse los horarios de los supermercados a las 24 horas para espaciar los clientes unos de otros. Se pudo, pero no se hizo.

Otro dato importante es que sé bien que la medida de la cuarentena, en el caso del CoVid-19, era más para reducir la velocidad de la propagación de la enfermedad, haciendo más manejable el flujo de paciente y, así, tener recursos limitados suficientes, como los ventiladores mecánicos, para manejar los casos y reducir la mortalidad. Esto también fue un despropósito, puesto que la amotinación en bancos y supermercados está generando lo opuesto. Otro detalle es que nadie reparó en obtener más ventiladores hasta un mes después.

Sé que, en este punto, algunos dirán que las medidas no fueron tan malas, puesto que tenemos estadísticas modelos a nivel mundial. Tenemos más recuperados que fallecidos y contra toda predicción y a pesar de haber empezado tarde, la curva de contagio de nuestro país fue mucho menor, no solo a la que se pronosticaba sin medidas, sino también, la que se pronosticaba con las medidas, en base a los países desarrollados. Solo hay que pensarlo, hablamos de que un país en vía de desarrollo, sin usar medidas a tiempo, con un sistema de salud subdesarrollado y con una población poco educada, logró lo que ningún país del mundo. O el pueblo dominicano es resistente al virus o los datos que se están publicando son falsos. Debido a que los dominicanos se están muriendo en NY, sin distinción, pienso que la segunda opción es más probable. Y esta es otra medida tomada por el gobierno. Un gobierno, ante una epidemia, puede hacer tres cosas: minimizar la situación, presentarla tal cual o maximizarla. Es bien conocido que, por desgracia, la mayoría de los gobiernos opta por la primera opción, presentando menos casos de los reales con el dudoso objetivo de mantener la población en calma y evitar el caos. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de veces, esto se hace para aparentar que el trabajo del gobierno es óptimo. Si hay pocos casos, se está haciendo un buen trabajo. El problema es que si vas a mentir, hazlo bien. Si eres un estudiante de D, no saques, de repente, un 100 perfecto. Sé, aunque sea, verosímil y publica una B. Si se entiende la analogía, entenderán porque no puedo aceptar los números de Salud Pública.

Y como estaba RD para finales de marzo? 1284 casos confirmados.

Se preguntarán porque eso importa. Es simple: al minimizar el problema, la población normal no lo procesa adecuadamente y comete imprudencias, como no acatar las medidas de seguridad. Pero piensen en la población no educada como niños pequeños. Para estos, lo mejor es maximizar el problema para usar el factor miedo y conseguir una respuesta rápida. Exacto, como inventar un monstruo peligroso para que no anden por las calles de noche. Con una población educada, presentar la verdad es suficiente. Pero no fue el caso. Por eso tuvimos vídeos de personas desafiando a las autoridades y 1011 personas violando el toque de queda, tan solo el día de ayer. Acepto que no se puede pedir mucho de las personas que hacen estas cosas, pero ellos son los que no se educaron, el gobierno debería tratarlos como tal. Si se sabe que la población es analfabeta, maximiza el problema para conseguir que la población acate las medidas. Ya no podrás exigirle que razonen, pero puedes abogar al miedo.

La última medida que voy a criticar, en este artículo, es monetaria. En vez de usar dinero para la crisis, parece que es más oportunismo. Sobrevalorar los insumos, camuflar donaciones como compras, aprovechar la situación para defalcar las arcas comunales con la excusa de que es para solucionar la crisis. No me tomen a mal, pero solo del fondo de pensiones, se tomaron 650 mil millones de dolares, sin contar lo que se tomó prestado al banco mundial, las donaciones y los demás préstamos. Mi pregunta es: donde está ese dinero? No hay mascarillas, faltan ventiladores, no hay ropas suficientes para el personal médico, la mayoría de los centros están en condiciones precarias, el medicamento no llegó hasta hace poco. Donde está ese dinero, ¿por qué no se publica, de forma transparente, el gasto de tantos recursos? Cada quien comente en los comentarios su opinión. La mía está más expuesta.

 

¿Cómo identificas un buen crítico literario o de cine?

Con la avalancha de libros y películas que se nos viene encima cada temporada y con el poco tiempo que disponemos gracias a lo ajetreada que se ha vuelto la vida, es preciso seguir dos o tres críticos que depuren el material y nos guíen por un buen camino. El problema de hoy en día es que todo el mundo se considera crítico y aunque este fenómeno es más común en la literatura qué en el cine, gracias a la moda BookTuber, se da en ambos lados. Sin embargo, he de decir, por lo que he podido ver, que casi todo aquel se pone esta etiqueta no es más que una persona que vagamente habla de los libros que lee, pero que nada tiene que ver con ser un crítico. Es por esto que primero debemos depurar los críticos de los que solo son aficionados. Aquí unos requisitos de lo que debe tener un buen crítico para identificarlos:

1. Experiencia: lo primero que debe tener un crítico, para serlo, es ésto. No se puede ser crítico en nada si la experiencia es poca. Para una persona que solo ha leído un libro en su vida, cualquier libro estará bien. O lo mismo, para una persona que solo ha probado un vino en su vida, cualquier vino le sabrá igual. El paladar del crítico es como el del catador de vinos y requiere de probar tanto como se pueda para refinarlo, tanto de lo bueno como de lo mano, para conocerlos e identificarlos luego. Además, para alguien que nunca ha leído, toda idea es original. Imagina que a un niño le vendemos la idea de un grupo de héroes que tiene que encaminarse hasta una montaña para destruir un anillo mágico y así evitar el renacer del señor oscuro que quiere destruirlo todo. Esto es, en esencial, el señor de los anillos con sus elfos, enanos y orcos, pero para quien no ha leído nada, será algo totalmente nuevo, revolucionario y brillante. Para el lector experimentado, un vulgar plagio. 
2. Estándares: un crítico debe poder separar lo bueno de lo malo y sobre todo, saber decir cuando una obra es buena o cuando es mala (si no, de crítico no tendrá nada). En la ola Booktuber lo que vemos es un adolescente o un adulto joven pararse frente a una cámara a decir que todo libro cuanto lee, es bueno, maravilloso y que le ha cambiado la vida (especialmente cuando se lo mandan las editoriales para utilizarlos como medios de distribución para sus productos). La verdad es que no entiendo que tan volátil se puede ser para que cualquier libro te cambie la vida cada semana. De cualquier manera, hablamos de reseñas inútiles pues a fin de cuenta no cumplen con el rol principal de la crítica: discernir entre lo bueno y lo malo en términos de calidad. Es como pedir consejo a un catador de vinos para el cual todos los vinos son buenos, ya que con su opinión estás en el mismo punto donde estabas antes de consultarle. La verdad es que los libros buenos tienden a ser muchos menos que los malos por simple estadística. Cuando se busca un crítico literario buscamos aquel crítico por el cual pocos libros pasan sus estándares. Ese que nos hace sentir seguros de decir: «sí él/ella dice que es bueno, tiene que serlo». 
3. Criterios: sí, un crítico tiene que tener criterios y por criterios, entiéndase los parámetros que utiliza para determinar la calidad de la obra. En cine, los críticos valoran la calidad de las actuaciones, la fluidez de las tomas, el uso de escenarios o colores para expresar situaciones y/o emociones, como también una buena dirección y uso de la banda sonora correcta. Todos estos son solo algunas de las cosas que un crítico de cine mira para decir si la calidad de una película es buena. En literatura es igual: si los criterios de un Booktuber son «lo linda» que es la portada, lo bien que se sintió al leer el libro y lo mucho que se identificó con x personaje, todas estas cosas son además de subjetivas, superfluas. El verdadero crítico de literatura valora desde la construcción de personajes y la evolución de los mismo, hasta la precisión de la documentación para el trasfondo y la gramática/léxico/sintaxis del texto o lo que es lo mismo, qué tan bien escrito está. Además, también mira como maneja los distintos tipos de escenas y como hace uso de recursos literarios para atrapar al lector. Por ejemplo: cuando vemos a un crítico quejarse de que la historia no tiene argumento porque solo va de un sitio a otro sin rumbo fijo y de que los personajes no evolucionan, puesto que son los mismos capullos tanto al principio como al final de la historia, estamos viendo un crítica que se está valiendo de parámetros para afirmar que la obra es mala en verdad. 
4. Estilo propio: un crítico debe ser único y, preferiblemente, estar especializado. El estilo único permite hacer más ameno el escuchar o leer sus críticas y saber que es una persona la que nos habla. Este estilo es también lo que nos permite saber si los gustos del crítico, en lo más subjetivo de su valoración, coincidirá con los nuestros. La mayoría de Booktubers siguen un estereotipo del que ya se viene hablando tiempo: 1) pararse frente a la cámara con un librero detrás, 2) hablar de la editorial, de la edición, de la portada y de todo, menos del libro que por cierto dejará para último y 3) limitarse a tocar la historia y su gusto hacia la misma, sin utilizar ningún criterio con frases como «es una autora genial y me encanta como crea sus personajes» sin siquiera explicar porqué le encanta dicha creación, si por tridimensionalidad o por la evolución o por lo bien definidos y diferenciado que están de los demás o por lo originales que resultan para comparar con los estereotipos comunes. Otra frase es «este escritor es genial y un maestro de la trama», pero sin decirte si se trata de un trama fluida o intencionalmente lenta, si es intrincada y adecuada para una novela detectivesca o si es fluida y sencilla para divertirnos en una de acción. De cualquier manera, debo decir que si el crítico es un estereotipo, poco podemos esperar de que pueda distinguir los personajes estereotipados de los originales. Así, debo mencionar, que cuando vemos a un crítico salirse de este marco, resultan ser los mejores, aunque no es una ley del todo. El geek furioso de la literatura (Fantasía y ciencia-fícción) y Libros de María (Terror y clásicos) son dos críticos que me encantan de Youtube y se salen de dichos cliché, el primero optando por el humor y el uso de escenas para mostrar sus puntos, mientras la otra suele sentarse sin libros detrás y una lista de puntos y citas que usa para sustentar sus críticas. Las Malas Hierbas son un blog de críticas literarias con un humor negro y ácido que te hará reír y temer a partes iguales, pero que al menos suelen sustentar lo que dicen con extractos de los textos mismos que reseñan.  

En fin, sé que ha sido un artículo largo, pero creo que es preciso saber a quien escuchar y leer para saber cual será nuestra próxima lectura o nuestra próxima película. Sin más, feliz restos de la semana o mes o año.

¿Por qué algunas cosas son más baratas en las ciudades que en los pueblos?

Después de casi dos semanas sin publicar, aquí vuelvo y la razón de esta ausencia, más que un bloqueo creativo, fue más bien un bloqueo decisivo, ya que había estado escribiendo artículos y acumulándolos como borradores, pero sin darle al botón de publicar. A veces tenemos que decir, pero no estamos seguro si la gente quiere escuchar eso y callamos. Mientras decido si publicar toda esa montaña de artículo, aquí uno de entremés.

Quizá esto sea una pregunta extraña de hacerse cuando toda la vida se ha vivido en un ciudad céntrica. Sin embargo, y estoy seguro de ello, que todos los que han venido a la ciudad de un pueblo, han notado un fenómeno muy curioso y hasta increíble: muchos servicios son más baratos en la ciudad que en los pueblos pequeños. Por poner un ejemplo, solicitar la impresión de un cartel o un banner, es mucho más barata en cualquier local de Santiago de los Caballeros que en Santiago Rodríguez. ¿Pero por qué sucede esto? Esta pregunta nos asalta por el hecho de que estamos acostumbrados a ver la vida de ciudad más cara, pero la verdad es que esta regla muchas veces no se cumple. Veamos los porqué.

1. El primer efecto, pero no el principal, es la demanda que existe en la ciudad. Si existen muchos locales en una ciudad para brindar un servicio, esto es porque la demanda del mismo puede sostenerlos a todos. Una demanda grande, también reduce los costos. Solo imagina que eres dueño de un centro de Internet con 4 computadoras y dos asistentes. Si en todo el mes, solo se hicieron 100 trabajos, de estos tendrás que cubrir la factura de la energía eléctrica, el sueldo de tus dos empleados, la factura del servicio de Internet, etc. Esto hará que tengas que subir el costo de tus servicios para suplir los gastos del negocio. En cambio, si en un mes, se hacen 10,000 casos, estos no solo serán suficiente para los costos, sino que también permitirán invertir y reducir el precio del servicio para que sea más atractivo para los clientes. 
2. El segundo efecto, y en mi opinión, el principal, es la competencia. Cuando solo existe un suplidor para un servicio en una ciudad, todos los ciudadanos tendrán que aceptar los precios de éste. Sin embargo, cuando existen ya dos competidores, estos tendrán que competir no solo en quien ofrece un mejor servicio, sino también, en quien lo ofrece más barato. En los pueblos pequeños, muchas veces nos vemos con negocios prácticamente únicos en toda una región que se pueden dar el lujo de fijar los precios que les de la gana, mientras que al bajar la ciudad, los precios son mucho más bajos para mantener el negocio dentro de una competencia. Imaginemos un centro de Internet en una ciudad donde hay otros cinco más a no más de 7 calles uno del otro. Si el estándar es cobrar 30 pesos la hora de uso, este nuevo centro no podrá fijar su precio a 100 la hora, puesto que los clientes optarán por un servicio más barato siempre que puedan. No obstante, podría funcionar si el servicio es de élite con ordenadores de primera, aire acondicionado y hasta un mozo que te atienda, para justificar el precio, pero también podría fracasar aún así. En resumen, si hay competencia, el precio del servicio está obligado a estandarizarse a la mejor oferta, beneficiando a los clientes. 
3. El tercer efecto, pero quizá el más rebuscado, es el coste del importe de un nuevo servicio. Llevar un servicio nuevo a un pueblo dónde no existe, implica muchas veces importar toda una infraestructura hacia dicha región y esto implica un costo agregado que se reflejará en el precio del servicio. Imaginemos otra vez el centro de Internet y que en este caso lo queremos llevar a un sitio donde no hay un solo centro. La idea nos parece genial porque tendríamos todo el mercado, pero a la hora de llevarlo a cabo se nos complica. Resulta que las compañías de Internet no tienen aún cableado por allá para ofrecer Internet a tu local y que encima tendrás que llevar las computadoras desde la ciudad. También será preciso adaptar el sistema de la ciudad al de un pueblo que hasta el momento se las había arreglado para vivir sin tu servicio y luego crear una publicidad para motivarlo, por lo general, creando una necesidad. En fin, todo esto cuesta y será una inversión que deberás recuperar si no quieres ir a la bancarrota. Traducción: elevará tus precios. 

En fin, esto no es más que lo que puede decir alguien sin mucho conocimiento de economía. De cualquier manera es una análisis a las causas que pueden estar detrás de un fenómenos que veo a diario. A veces me topo con esos servicios que si bien son muy baratos en mi ciudad, suelen ser muy caros y abusar de las personas que viven en lugares menos céntricos. El otro día vi que a una amiga le cobraron RD$70.00 solo por enviarme un archivo por correo, su currículo, desde un centro de Internet, cuando dicho servicio es gratis aquí en santiago o por lo menos, uno nadie se molesta en cobrarte.

Sutiles diferencias entre lo adulto, lo erótico y lo pornográfico

Primero que todo, me refiero a lo adulto como aquello que tiene contenido para adultos de índole sexual pero que éste, aún teniendo una relevancia en la trama y en el contexto, no es el centro del argumento de la obra literaria o cinematográfica. Esto es lo que diferencia a Juego de Tronos donde las escenas sexuales abundan por despecho, por lujuria o incluso por falta de piedad, de obras como las Cincuenta sombras de Grey. La primera es una obra cuyo género es la fantasía y cuyo centro es el desarrollo de personajes y las tretas políticas de un mundo antiguo, en el cual, el sexo es un elemento vital (como en todas las épocas). Por ello, en éste, eliminar el sexo sería quitarle verosimilitud a la historia y suavizarlo, cambiar su esencia y carácter, que dicho sea de paso, es ser cruda como en todo buen exponente del género Grimdark. La segunda saga, la de las cincuenta sombra, es una historia cuyo centro son las relaciones sexuales consentidas entre una mujer inexperta y un hombre demasiado experimentado y traumatizado, por medio de un contrato para el sadomasoquismo y demás. La esencia de esta historia está en el morbo que genera dentro de un ambiente que busca ser romántico en la superficie, pero perverso en el fondo (que no es para nada malo, pero sí bastante diferente).

Mucho más que comparar calidad de obras o qué es mejor, este artículo es para usar ambas obras como ejemplo para hacer una distinción. Una muy importante, pues hay aún personas de ultraderecha a las que el menor tinte erótico les da por calificar como pornográfico y condenar a una hoguera, mientras la izquierda extrema quiere incluir porno hasta en literatura infantil. Estos términos no son intercambiables y el género romántico tampoco los implica. Así, es bueno diferenciar:

1. Romántico: es una historia donde el conflicto principal se centra en el desarrollo de una relación de pareja. Puede carecer de contenido erótico o pornográfico tanto como contenerlos. Aunque la mayoría de las personas asume que el romance inevitablemente caerá en el sexo, esto no es cierto, pues depende mucho de la edad de los personajes, el contexto y por supuesto, la intencionalidad del autor. En las historias de romance no necesariamente se busca el climax sexual, sino que también puede ser una obra enfocada en cómo los prejuicios y estatus quos generan tensión en una relación romántica. Si no me cree, léase Orgullo y prejuicio de Jane Austen.
2. Erótico: es una historia cuyo objetivo es el erotismo o bien, excitar al lector o espectador. Es un género cuyo conflicto puede estar en relaciones de pareja por lo que puede tener tintes románticos, pero que también puede prescindir de estos y enfocarse en relaciones casuales o sencillamente en situaciones eróticas que no impliquen una relación real entre los personajes como el voyerismo, el onanismo o el exhibicionismo. Su conflicto se centra en la experimentación. Una obra puede estar cargada de erotismo sin siquiera tener sexo, aunque muchas personas crean que no. Un ejemplo son varios de los relatos que escribió Almudena Grande en Modelos de mujer, relatos que si bien no tenían sexo ni siquiera implícito, estaban por lo regular bien cargos de erotismo valiéndose de tan solo los pensamientos y la sutil apreciación de los sentidos. 
3. Pornográfico: es una historia cuyo objetivo también es excitar, pero no con erotismo ni evocación de emociones o sensaciones, sino con morbo y por morbo entiéndase: sexo explícito, desenfrenado y franco, que por lo regular explora los límites de la sexualidad humana. Estas son historias en las que la cama no escucha un «te quiero» ni mucho menos un «te amo», aunque puede haberlos (si es que hay cama). Son historias que relatan el sexo como medio para obtener placer y placer en grandes cantidades. Pueden tener tintes románticos que se diluyen a la hora de entrar en escenas sexuales, las cuales suelen ocupar la mayor parte de la trama y desarrollar el conflicto, que en muchos casos es «qué tan lejos se puede llegar?» o «se saciará o no?» o «aguantará tanto placer?»…. ustedes entienden. Aunque las Cincuenta Sombras de Grey de E.L. James sea una obra con un marco romántico, la verdad es que la mayoría de las escenas se centran en actos sexuales explícitos y en las actividades sexuales llevadas al extremo. La mayor parte de los conflictos tienen lugar por medio del sexo y los detalles eróticos son adornos y no ocupan el centro de dichas escenas. Por ello, clasifico más a esta obra como pornográfica y para los que no lo sabían, la literatura también puede ser llamada pornográfica, aunque sé que muchas personas querrán decir que no, pero más por el argumento de no querer admitir que disfrutaron una obra de dicha estirpe. En cine, las películas pornográficas tienen planos directos hacia los genitales y magnifican las expresiones faciales a placer o dolor extremos. En literatura, se utilizan descripciones explícitas y llanas, sin metáforas de escenas mecánicas y cargadas de placer. 
4. Adulto: se considera adulta una historia cuyo contenido no es apto para menores, independientemente de la índole del contenido en cuestión. Si bien, lo más común es que el contenido sea sexual, violento o con lenguaje soez para dar esta etiqueta a una obra, la sola temática puede ser muy compleja y madura como para dirigirse al público adolescente. Historias sobre dos personas destrozadas por su pasado y que intentan rehacer sus vidas a pesar de sus problemas y traumas, puede resultar aburrida para una persona que no tenido experiencias en el amor todavía, pero sumo interesantes para una persona madura, aún si no tiene escenas de sexo implícito o explícito. Esta sería romántica y adulta, pero ni sería erótica ni pornográfica.

 

Es bueno destacar que el género pornográfico (no la pornografía) no es malo, ni en literatura, ni en cine. Son géneros que retratan una parte de nosotros que en verdad está ahí y que queramos admitir o no, nos gusta. El sexo es parte esencial de la vida humana e historias que buscan enfocarse en ésta son, queramos o no, necesarias. Sin embargo, soy de esos que prefiere una historia en la que el centro no sea el sexo, pero en la que esté y sea importante, aunque no me importaría leerlas y disfrutarlas igual (he leído ya obras de la sonrisa vertical que son como mínimo eróticas y pienso leerme al Marqués de Sade). Me gusta primero conocer a los personajes y sus destinos antes de poder sentir empatía por ellos cuando desarrollen sus motivos de su deseo por otro o cuando busquen sencillamente descargar la presión de la trama sobre sus hombros por medio del sexo. Esto hace humanos a los personas y hace dichas escena importantes para el lector y no solo mero morbo y exhibicionismo a manera de fanservice.

Otro detalle: me opongo rotundamente a que el material homosexual sea considerado adulto si no tiene sexo o tintes eróticos. Muchas asociaciones conservadoras clasifican libros con protagonistas homosexuales como adultos aún cuando su contenido bien puede ser manejado por adolescentes o pubertos. Si no hay contenido sexual, si no hay lenguaje soez, si no hay violencia y sobre todo, si la trama es ligera, debe estar al alcance de los jóvenes, pues a fin de cuenta, la homosexualidad es propia de cada persona y un libro o película cambiará eso. Al contrario, solo le privamos a esas personas de material que de seguro querrían leer.

 

4 Actos de bien que terminan haciendo mal

Hace un tiempo ya, dediqué un artículo a 4 cualidades supuestamente buenas pero tóxicas. Hoy pienso continuar esa línea con cuatro actos cotidianos que a pesar de ser vistos y catalogados como buenos, al ser analizados, terminan siendo malos y con consecuencias fatales. Sin más, estos son 4 actos de bien que terminan haciendo mal:

1. Dar limosnas: si bien siempre se nos ha enseñado que ayudar al prójimo está bien y que uno debe desprenderse de lo material, compartiendo lo que se tiene con los más necesitados, en la práctica, esta acción, es un veneno social. Cuando damos limosnas a una persona en la calle, estamos resolviendo el problema del momento y no, el problema real. Dale un pescado y le darás de comer un día, enséñale a pescar y tendrá que comer para el resto de su vida. Darle dinero a una persona de estas, es también quitarle algo: la necesidad de trabajar. Malacostumbramos al necesitado a solo esperar que los demás resuelvan sus necesidades con la caridad. muchas personas en RD se dedican a pedir dinero e incluso a mutilar sus cuerpos para causar pena y ser más efectivos. Estas personas dejan de trabajar sabiendo que habrán quienes darán dinero para ellos y al hacerlo, se convierten en una carga para la sociedad. Si un niño recibe dinero pidiendo, preferirá esta salida fácil a estudiar y trabajar, pues a fin de cuentas, el trabajo es para conseguir sustento y la limosna se lo brinda con menor esfuerzo. El tercer punto es que las personas que se disponen a pedir, necesitan perder cierto orgullo y colocarse por debajo de los demás seres humanos para desempeñar la acción. A la larga, esto no solo destruye el autoestima de estas persona, sino que también su autoconcepto, por lo que se hacen más propensos a terminar pidiendo dinero para drogas que alivien estos vacíos, en lugar de para comer y resolver el vacío estomacal. 
2. Ayudar a los discapacitados: aún si estas personas pueden terminar requiriendo nuestra ayuda para algunas cosas, NO LES AYUDES en las demás, a menos que sea estrictamente necesario o éstos te lo pidan. Parecerá una locura viniendo de mi, un médico, pero la verdad es que las personas no quieren sentirse menos que nadie sin importar su discapacidad, ni mucho menos, sentir que no pueden valerse por sí mismos. Lo mejor en estos casos es dejar que hagan las cosas solos y darles trucos para ellos hacerlo solos. No te imaginas lo bien que se sienten estas personas cuando los dejas de mirar como necesitados y los ves como iguales. Aunque en circunstancias extremas les tenderás tu mano, es mejor que ellos sepan que para ti, siguen siendo personas igual de competentes que antes de su discapacidad. Intocables es una película que retrata esto de manera espléndida.
3. Decir mentiras piadosas: las mentiras piadosas son aquellas que decimos pensando que, al ocultar la verdad, hacemos un bien mayor. Por lo regular, las utilizamos cuando tratamos con niños y no queremos revelar una realidad que podría ser muy cruda para ellos (según nosotros) o cuando nos enfrentamos a personas que queremos mucho y nos da miedo lastimar. Sin embargo, las mentiras piadosas no son más que bombas de tiempo: sufrimientos que aplazamos. Siempre que mentimos, solo estamos aplazando una verdad inevitable y engañando a esa persona que supuestamente queremos tanto, lo cual le añadirá un dolor extra a la cuestión. También, esa persona o personita perderá la confianza en nosotros, en nuestras palabras y es que a fin de cuenta, una mentira, por piadosa que sea, sigue siendo una mentira y tarde o temprano, habrá un desengaño. Una cosa que deben saber es que también hay un metamensaje en las mentiras piadosas y es «no lo te dije para no lastimarte (no te lo dije porque no creí que los pudieras manejar)». Esto hará a la otra persona rabiar en mucho de los casos y generar odio por una persona que creía estar haciendo un favor. No subestimes a la persona que tienes delante: por amarga que sea la verdad, siempre hay forma de decirla.
4. No rebelarse: de alguna manera brillante y sutil, se nos ha convencido de que debemos respetar las reglas del sistema, adaptándonos a éste, aceptándolo y no peleando por cambiar la situación de turno. Y todo esto se ha hecho bajo la etiqueta de ser civilizados. El problema está en eso de no luchar o no rebelarse. No todas las batallas deben pelearse, eso es verdad, pero tampoco debemos irnos al extremo de no pelear ninguna cuando las hay que si deben pelearse. Es necesario un equilibrio y un buen juicio de cuando se debe protestar y cuando no. Pareceré revolucionario e incivilizado, si se quiere, pero lo que llamamos hoy una sociedad civilizada, se construyó a base de revoluciones… de luchas. Si nuestros antepasados hubiesen preferido ser civilizados y no levantarse contra las opresiones de sus respectivos sistemas, hoy por hoy, seguiríamos esclavizando a los negros (eso probablemente incluyéndome), denigrando a la mujer como ser humano inferior (no con los derechos que tienen hoy en día, que si bien no son los óptimos, son una diferencia del cielo a la tierra con respecto a otrora), propiciando las monarquías y la nobleza (en lugar de tener países democráticos) y tendríamos todavía a una religión u otra ligada a los gobiernos, subyugando a las demás. Todos esos cambios que hoy vemos como el lado oscuro de nuestra humanidad, se derrocaron luchando, tras revoluciones. Eso de no te portes como un salvaje por rebelarte contra un problema social. A fin de cuentas: hay formas y hay formas de hacer las cosas.

Esto es todo por este post, así que si les ha gustado, pueden dejarlo aquí con un like o en los comentarios y seguir con un feliz resto de la semana.

Reflexión: El sabor de la vida

Hoy quiero compartir con ustedes un pequeño relato. Breve y para reflexionar. Espero que no sea solo yo el que piense de esta manera, que no sea solo yo el que lo comparta para que llegue a quienes deben leerlo, que no sea solo yo el que se quede con un buen sabor en la boca al terminarlo, yo de escribirlo, ustedes de leerlo. Sin más:

El sabor de la vida

El café de esa mañana tenía un olor especial e intenso que de solo acercarlo a a la boca, para dar un sorbo, podías jurar que veías la sonrisa de quien había recogidos los granos en el campo. No los sé. Quizá fue cosa mía o las secuelas de haber pasado la noche en vela de cara a un libro, pero lo que no lo fue, fue el automóvil que se estrelló de repente contra la pared la cafetería. Lugar equivocado, momento equivocado, pared menos indicada, pues solo un cristal que daba a la calle nos separó y el carro me pasó por encima como a cualquier tumulto en el asfalto.

Entonces abrí los ojos en otra cafetería y los gritos y estruendos se habían ido. Estaba solo, aunque no del todo. Había un sujeto tras el mostrador lustrándolo con un paño y cera. No parecía siquiera haber notado mi llegada. Yo tampoco estaba seguro de haberlo hecho.

-¿Dónde estoy? -le pregunté.

-¿Justo ahora? En una unidad de cuidados intensivos. Sobrevivirás.

-¿Sobreviviré? Esto es una cafetería.

-Tecnicismos.

-¿Quién eres?

Entonces miró arriba, pensativo como quien busca la respuesta en las luces del techo.

-Yo soy el que soy.

-¿Dios?

-No, no. Éste no es el cielo. Insisto, sobrevivirás.

-No entiendo.

-No tienes qué. ¿Quieres un café?

-Sí, por favor-acepté al final, sin saber porqué, confundido aún por el enigma del momento.

Se fue y regresó con un café negro y un azucarero. Ver la azúcar en terrones cúbicos me pareció una imagen tan simpática que me sacó una sonrisa. Recordé mi infancia de caricaturas y eché dos en la taza. Se deshicieron en el océano de café y los revolví con un cucharilla que me había dejado al alcance. Me traje el café a la boca, pero no sentí olor. Sorbí un poco y jamás había probado algo tan amargo. Mi cara de repulsión debió causarle gracia, pues rió.

No di mente al asunto. Solo agregué cuatro terrones más y los revolví. Probé y nada. Repetí el proceso una y otra vez hasta quedarme sin terrones en el azucarero, pero seguía siendo insoportablemente amargo, como tragarse las palabras con las que acusaste a alguien sin fundamentos.

-¿Qué le pasa a esta azúcar?

-A ver-se limitó a decir para probar él el café directamente de mi taza. Su mueca fue peor que la mía, pero lo que dijo luego me sorprendió-. Arght! Esto está demasiado dulce. Podrías matar a cinco diabéticos con esto.

-Pero me lo encuentro amargo-le dije contrariado.

-Mmmm ya veo. Lo siento, pero eso no es por la azúcar.

-¿Entonces por qué?

-Porque no has vivido. El  café de aquí te sabrá lo justo que tu vida. Si lo sientes amargo es porque no tienes nada dulce que recordar al beberlo. No importa cuánta azúcar le eches, te seguirá sabiendo amargo-. me quedé sin palabras-. ¿Cuando fue la última vez que saliste a divertirte con tus amigos?

-No lo sé.

-¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo solo por qué querías y no porque fuese lo correcto?

-No lo sé.

-¿Cuándo fue la última vez que te fuiste a una aventura a un viaje… a sentirte libre?

-No lo sé.

-¿Cuando fue la última vez que tuviste sexo hasta quedar sin fuerzas o la última vez que hiciste una rabieta porque sencillamente querías desahogarte?

-No lo sé, no lo sé, ¿ok? ¡No lo sé!

-¿Qué has estado haciendo?

-No lo sé. Estudiando, trabajando… no lo sé.

Me miró con lástima, pero yo me sentía peor conmigo mismo.

-¿Qué harás?

-¿Qué haré de qué?

-Solo eso. ¿Que harás?

Entonces todo se oscureció y mi cuerpo se sintió pesado y adolorido. Me di cuenta que había cerrado mis ojos y los abrí. Alguien se conmocionó a mi izquierda, era mi madre y yo estaba postrado en una cama. Aquel sujeto lo había dicho, sobreviviría y recordé el accidente. Entonces me pregunté qué haría y decidí que al irme de allí me iría a una playa y pasaría la tarde con desconocidos, haciendo amigos. Me dije que no sería más el estudiante modelo de la carrera de derecho y qué incluso tomaría clases de cine en mi tiempo libre. Me quedé con esos planes en la mente hasta que me extubaron y me dieron el primer sorbo de algo. El doctor me había indicado unos antibióticos en jarabe y la enfermera me advirtió que tenía un sabor horrible y amargo. Fue extraño. Me supo dulce.

IM Abreu Fernández

Que no cunda el pánico: Estas publicaciones son preliminares

Antes de que usted desista de entrar este año a algún hospital para formarse en alguna especialidad, porque su nombre no ha aparecido en las listas publicadas hasta la fecha, sepa que estas no son definitivas. De hecho, si uno se fija, encontrará nombres que se repiten en más de un hospital. Debido a la sencilla ley de la física se que no se puede estar en dos lugares diferentes, al mismo tiempo, es lógico que una vez que una de esas personas escoja una única plaza, su puesto quedará vacante en las demás y por tanto, los demás participantes del concurso subirán. En un hospital para el que solo existen 5 plazas y usted quedó en sexo, es muy probable que usted entre, ya que si una o más plazas se liberan, usted terminará quedando dentro de las cinco plazas. El proceso previo al día 20 de mayo fue el de ordenar a todos los concursantes según su puntaje acumulado, por lo que tan pronto se ubiquen de manera definitiva aquellos en los puestos más altos, los demás irán subiendo automáticamente a ocupar los puestos aún vacantes.

Es probable que esto se haya hecho así para dar respuestas rápidas a un grupo de personas, pero también para dar la oportunidad a las personas de reconsiderar, después de las entrevistas, qué hospitales quieren en verdad. Este es un punto muy importante. La mayoría de nosotros aplicamos a varios hospitales sin conocerlos del todo por mero requisito de un mínimo de tres aplicaciones. Sin embargo, al conocer los hospitales, puede que más de uno haya cambiado de opinión respecto a cuál sería su hospital prioritario y esto más que un error del departamento organizador, deberíamos tomarlo como una segunda oportunidad brindada. Por ello, lo mejor es que dejamos el tiempo pasar y no precipitarnos. Sé que más de uno debe estar con la «cabeza loca» por no ver su nombre en el listado, pero con estos listados podemos hacer suma de nuestros puntos y tantear que tan cerca estamos del puesto más bajo. Si su acumulado es de 89 y la última plaza fue ocupada por un novena, tranquilo. No se mortifique todavía, ni mucho menos vaya a prender gomas a salud pública, que ya el país está teniendo escasez de las mismas por las huelgas de las elecciones.

Sin más que decir… que no panda el cúnico y ténga feliz resto de la semana.

Hablemos de discusiones literarias y… rábanos?

Si de algo se ha caracterizado la historia de la literatura es por formar guerras civiles entres los autores de cada época y es que siempre que una escuela o movimiento literario se hacía con la hegemonía del ámbito, un nuevo grupo surgía con nuevas ideas y se oponía. No hablo de uno o dos casos, la historia de la literatura puede describirse como una sucesión de batallas entre bandos con ideas contrarias cobre lo correcto en un género o todo el oficio.

Las discusiones han sido muy variadas. Desde movimientos en los que se ponía la trama ante todo en contra de movimientos que abogaban por el desarrollo de los personajes como el verdadero núcleo de una novela, hasta disputas entre la censura de lo sexual, lo violento, lo vulgar y el uso de palabras intencionalmente mal escritas para imponer el uso de lo adecuado sobre lo correcto, versus lo real, lo preciso y por supuesto, el morbo. Y es que son todas estas disputas las que no solo han llevado la literatura dónde está, recomendándose escribir palabras mal si así es el personaje y la trama lo amerita, pues en la vida real existen las erratas, sino que también han convertido la literatura en un nicho de intelectuales a los ojos del mundo.

En el género de la Fantasía, uno que incluso fue estigmatizado como baja literatura en un tiempo, a todos nos consta, las discusiones no fueron menos serias. De hecho, es en este género que hoy en día se exploran temas mucho más profundos a la hora de escribir. Temas como la construcción de mundos (y la coherencia de los mismos desde la biología y la arquitectura hasta la ropa que se usa), la creación de las leyes de la magia (para sentar las bases de todo sistema de magia o tecnología en una historia), la creación de lenguas propias dentro de la lengua en la que están escritos estos libros y el psicoanálisis de razas ficticias como los elfos para explicar su conducta bajos los supuestos de la historia. Incluso, la naturaleza humana y las tretas políticas son exquisitamente tratadas por estos autores en estos ambientes neutrales.

En el género histórico, el escritor de novelas siempre se ensalza en debates sobre qué o no ocurrió realmente en un período determinado de la historia, qué imprecisiones puede haber y qué hechos en específicos a sido los determinantes del rumbo de la historia universal hasta nuestros tiempos. Las ucronías son el ejemplo de historias en las que se reimagina como habría cambiado la historia del mundo a partir de un evento diferente en un punto específico, como que los Nazis hubiesen ganado la SGM contra los aliados.

En los géneros romántico y erótico, las últimas décadas han dado lugar a muchos de los más importantes debates literarios para profundizar entre las relaciones nocivas de pareja, para separar la literatura moderna de las machista y feminista extrema, para definir hasta qué punto un libro puede ser considerado romántico o puramente erótico. Aunque no lo crean, estos dos géneros han sido pilares en las discusiones sobre la censura por el tema del sexo pero también objeto de muchas críticas por las influencias que tienen en la mente de los lectores. Todos sabemos como han sido las discusiones sobre las 50 sombras de Grey y After para definir los puntos entre lo que es entretenimiento y la promoción de relaciones tóxicas como buenas.

La ciencia ficción, aunada a la fantasía, han sido las de mayor impacto a la hora de hablar de crítica sociales, quizá por la ventaja de amortiguar dichas críticas al expresar nuestra realidad en otros mundos. De hecho, hubo un tiempo en que los autores de novela de este primer género se dividían entre cuales serían los extremos de la conducta humana que nos llevarían a la ruina, dígase un gobierno basado en la represión y el miedo versus un gobierno que controla por el placer y la diversión al extremo. La siguiente imagen podría ser un spoiler o el mejor trailer de todos los tiempos… no lo sé.

Y a qué viene todo esto? A qué estas discusiones, estas pequeñas guerras civiles han demostrado una y otra vez la seriedad y la altura con la que los escritores de cada época se sientan a hablar sobre su oficio o sobre la vida en general. Si dividimos a los autores por épocas, nos damos cuenta de una cosa y es de que los escritores han sido siempre los divulgadores y críticos de la condición humana y de la vida. Hay divisiones tan series que ensalzan disputas religiosas y políticas, críticas directas a sistemas casi totalitarios o dogmáticos, comentarios por lo que habrían cortado cabezas otrora. Es lo mismo cuando te sientas a hablar con un grupo de personas. Es el tema de lo que se habla, lo que plantea la madurez y la intelectualidad del grupo. Y todos lo hemos vivido, en algún instante de nuestras vidas o por lo menos para mí ha sido así. Los temas de caricaturas como serios pasaron a ser solo entretenimiento y una análisis críticos de las tramas y los personajes en estas o en series. Los temas quién es o qué hizo la chica bonita o el chico atractivo del circulo social, dejó de importar como centro de las conversaciones y se renegó a conversaciones más personales y con propósito. Los temas de política, guerra, religiones y crítica social se hicieron más comunes. Quizá a tropezones y de manera muy superficial, pero he podido estudiar como mis círculos sociales han cambiado sus temas. No por que hayan cambiado las personas, pues siguen siendo las mismas. Sino porque ellas han crecido y madurado y ya no se sienten a sí mismas como centros del mundo para interesarse que pasa con los colectivos.

Y qué hacen los escritores de YA (Young Adult o Adultos Jóvenes)? Discutir y dividirse entre bandos sobre rábanos por Twitter. En serio, no sé si lo hicieron a broma, pero igual prestaron sus figuras para ello. Equipo «me gustan los rábanos» versus equipo «odio los rábanos» y listo, toda la seriedad con la que se veía a la figura del escritor y el ámbito literario tiradas a la basura en un día. A estos individuos no les basta, al parecer, con haber distorsionado el concepto de distopía como crítica social hasta puro sensacionalismo y morbo de violencia sin razón; con haber diluido los esfuerzos y la seriedad con los que los autores de fantasía épica y grimdark han trabajado para des-estigmatizar el género a base de historias planas y personajes estereotipados (y no lo digo en broma, la fantasía en YA es literalmente profesado por estos autores como popurrís de clichés intencionales a manera de fórmulas de éxito que yo digo que son para «públicos pocos exigentes»); con haber extendido la irrealidad egocéntrica y utópica (los buenos siempre ganan) de la literatura y entretenimiento infantil (lo siento, Disney, pero vas incluido) hasta los adolescentes y los adultos jóvenes…. Esto es triste. Quiero ser escritor, siempre lo he dicho, pero hace mucho que obtuve la madurez suficiente para no prestarme a discusiones tan triviales y subjetivas como la importancia de que te gusten los rábanos o peor, permitir segregación, por en broma que fuese. Ni siquiera era puberto cuando dejé tales niñadas.

Y estarán los que dirán «pero tú de seguro tomaste bando para una pelea en una película de superhéroes». Sí, lo hice, pero es entretenimiento destinado a que la gente tome bandos como en la final de la copa mundial. Pero no solo eso, los temas de Civil War o Batman v Superman se pueden al menos tomados en serio dentro de su contexto. Yo lo que vi no fue solo irrisorio, sino penoso. Fue como ver a un jardín de niños dividirse por elegir que fruta quieren o no quieren para la hora de la merienda. A quien quiero engañar? Los niños por lo menos estarían haciendo un acto de democracia.

Dime con quien andas y te diré quien eres. Dime qué lees y te diré quien eres. Dime qué defiendes y te diré qué eres.

720 palabras: La importancia de una buena presentación en las bebidas alcohólicas

Parte de vender un producto, es saber presentarlo al público consumidor. Los bordes redondeados, las superficies lisas, las estética minimalista y los colores neutrales como el negro, el blanco y el gris nos trasmiten una cosa hoy en día: modernidad. La modernidad, en la mayoría de los productos es bien recibida por el consumidor y es que asociamos la tendencia que nos llega desde los dispositivos electrónicos, el campo en mayor crecimiento en la actualidad. Pero cabe destacar que existen productos donde estos detalles evocan un efecto paradójico: las bebidas alcohólicas. El caso que les voy a citar hoy es el de dos compañía de ron: Brugal y Barceló. Unos 5 o 6 años atrás, el mercado del ron dominicano era dominado por la primera de éstas marcas. Sin embargo, en años recientes, sucede todo lo contrario y es que ambas compañías tomaron rumbos publicitarios opuestos. Si se fijan, las botellas que contienen el ron Brugal son minimalistas, lisas, redondeadas y con colores neutros como plateado o dorado. La marca Barceló, en cambio, apostó por una decisión diametralmente opuesta con botellas gruesas, de bordes toscos, textura y colores poco llamativos. Todo esto dio la apariencia, al ron Barceló, de ser un producto sobrio, viejo, de tradición y prestigio (Ay McAlbert! que ha sido de ti?), que es lo que se busca al pensar en ron. El look o la apariencia moderna, nueva y de hoy hace ver a la bebida como recién hecha y no añejada, restando atractivo para quienes buscan un bebida alcohólica. El vino, por ejemplo, es otro renglón en el que las botellas y etiquetas rústicas, toscas y anticuadas prevalecen, todo para vender ese aire antiguo.

Si bien es cierto que el publico más joven es el que bebe estas bebidas y que fue esto, probablemente, el motor para que Brugal tomara dicho rumbo en su mercadología, es más cierto que el joven no quiere ser visto como joven, sino como adulto. De hecho, algo muy característico del adulto joven es su esfuerzo por ser separado del adolescente y el niño y ser, de paso, tomado en serio por el público más viejo. Cuando comparo ambas presentaciones, siento que aunque Brugal sea una compañía de muchos años, el producto me que me vende está recién hecho. En cambio, Barceló, con ese vidrio grueso como las botellas antiguas, con ese sello de la marca a relieve, como en los tiempos de antes y con esa tipografía intrincada que te recuerda a las cartas victorianas que vemos en películas, no puede hacer que piense en otra cosa que sea en algo viejo y bueno. Algo que fue hecho hace mucho pero con la intención de distinguirse, pues a fin de cuentas, era la idea de usar sellos. Es sencillamente una partida que se ha ganado con mercadeo.

Por último: a manera de una declaración de ausencia de conflicto de intereses, quiero destacar que esto no influye, en lo más mínimo, en la calidad de la bebida y que éste punto lo dejo al gusto de cada quien. Este artículo no es más que un análisis y crítica de la publicidad de ambas marcas.

En los detalles, residen los demonios.

En 720 palabras: Escritores, Booktubers y Youtubers

También es cierto que cualquiera puede escribir, pero esto no significa que cualquiera pueda hacer arte con ello, sino que los grandes artistas de las letras, los escritores, pueden proceder de cualquier lugar. Y si, esto incluye a los Youtubers y Booktubers que quieran o sueñen con ser escritores. El problema es que algunas editoriales y también algunos de estos individuos ya mencionados han confundido y torcido el significado de esta frase hasta un punto insospechable. Pareciera que para los editores de hoy, se tratara de una parodia macabra de Pokemon. Van por el mundo cazando booktubers y creen que después de cierto nivel (léase aquí el número de seguidores), pueden evolucionar mágicamente en escritores. De manera similar, es como si los Youtubers solo requirieran una piedra mágica de la escritura para desviar su evolución normal a ser escritores. Aunque parezca un chiste, la verdad es que no está lejos de la realidad que vivimos hoy.

Los casos son tantos que mencionarlos sería insultar su conocimiento sobre lo que sucede en el mundo. En serio, hay editoriales que piensan que con poner el nombre de un Youtuber/booktuber famoso en la portada y su sello es suficiente para hacer un superventas y la verdad es que no están equivocados. En lo que se equivocan es en pensar que cualquiera puede en verdad escribir. Admito que no he leído un solo libro de estos autores, pero la verdad es que con la cantidad de erratas, huecos argumentales, malos personajes y falta de estilo que los críticos exponen, uno no se anima. Hay críticos duros, hay críticos que masacran con furia cualquier vano intento de literatura, pero es por ellos que podemos discriminar entre un buen libro y uno malo. No es que no tenga criterio propio, pero son mi mecanismo de depuración para la avalancha de libros que hay hoy en día y no me parece coincidencia de ningún tipo que NINGUNO de estos nuevos «escritores» pase el escrutinio de estos críticos literarios.

La verdad es que cualquiera, si estudia, se prepara y se entrena para ser escritor, puede serlo. Es un oficio y un arte que puede aprenderse y pulirse, pero debe hacerse, no sencillamente pretender que con una legión de seguidores por tus vídeos graciosos y llenar un documento de world te harás el próximo Gabriel García Marquez o la próxima JK Rowling. No le das un lienzo a un youtuber para que te haga la Monalisa; no le das un piano para que te componga la décima sinfonía; no le das un cámara para que te dirija la próxima Titanic; no le das un bisturí a un youtuber y esperas que haga una cirugía a corazón abierto. Si no haces nada de esto, editor, tampoco tires por suelo el oficio del escritor, dando a cualquiera un plazo de tiempo para darte un manuscrito y lanzarlo con su nombre al mercado, en plan de generar ventas sin siquiera asegurar un mínimo de calidad. Harás dinero hoy, mañana nadie creerá en tu criterio para traernos lo mejor de este mundo. Si, por eso solo me llevo de los críticos más duros para decidir mis próximas lecturas y por eso ya no creo en las grandes editoriales que publican estos intentos de novelas.

A pesar de todo, de verdad quisiera ver algún Youtuber o Booktuber que demuestre que se puede sacar un gran escritor de ellos, porque esa es la verdad, se puede. Pero primero deben aprender sobre su oficio, ser críticos de verdad con cada lectura, escribir a diario, aceptar los consejos y correcciones de editores que de verdad se interesen por sacar su potenciar, y matar ese absurdo pensamiento, de una vez por todas, de que solo basta con imaginar y escribir una historia para ser escritor de oficio y profesión. Los que hacen esto solo lo están viendo como un camino fácil para hacer montañas de dinero, como si la realidad fuese tal. Puedes imaginarte haciendo una cirugía e ir a hacerla, pero créeme, no es nada sencillo y son infinitos los detalles. Así es la escritura y si crees que ya naciste con la capacidad y no con el potencial, no eres más que otro caso severo de Efecto Dunning-Krugger en escritores. Yo quiero ser escritor desde los 8 años y aún hoy siento que la odisea de escribir con calidad literaria, me sobrepasa abismalmente. Sin más que decir, feliz resto de la semana.